Indudablemente la pandemia de COVID-19 ha despertado reflexiones profundas dentro de las empresas. Como empresarios nos hemos cuestionado; si nuestro producto o servicio en la nueva realidad es de valor, si nuestra estrategia es la adecuada, si debemos acelerar la digitalización, etcétera.
Sin embargo, hoy tenemos que cuestionarnos profundamente sobre la columna vertebral de las empresas; su gente. La diversidad y la inclusión tienen que ser repensadas pues de ello depende el rol de las empresas como el motor social de los diferentes ecosistemas.