La Danza del Chief Executive Officer

Miguel Galván
CEO
25 mins
Marzo 2019
Se ha hablado anteriormente de que el Director General es la única persona que ve la empresa de forma integral, también se ha mencionado que en la actualidad se enfrenta al doble reto de transformar la empresa y operar el día a día del negocio; sin embargo, muy poco hemos escuchado sobre qué es lo que, concretamente, debe de hacer el Director General para jugar su rol en la Transformación.
En Business Transformation Consortium hemos diseñado un modelo que delinea el ciclo de la gestión del Director General durante una Jornada de Transformación, un ciclo que se va aplicando en función de la madurez de la empresa y que se nutre a lo largo de la ejecución de sus fases.
Lo hemos denominado la “Danza del CEO”, seguramente te preguntarás ¿Por qué la Danza del CEO?, y esta respuesta se explica sencillamente a través de su gráfico.
Este modelo hace referencia a esos pasos marcados para que el Director fluya en la Transformación de la Empresa y juegue su rol de líder, comunicador, y guía de ese movimiento a total compañía.
Fase 1. Preparar
Antes de iniciar cada fase de la Ruta de Transformación, debemos comenzar por la preparación del Director General, y esto no es más que desarrollar la convicción para la transformación integral de la empresa, es decir, asumir la claridad personal de por qué la empresa debe transformarse y de cuál es el rumbo hacia donde debe ir. Esto evitará tener un comienzo atropellado para la transformación y una comunicación incorrecta para el resto de la organización.
En esta fase, el Director General debe de estar completamente convencido de que existe una necesidad y de que es el momento correcto para llevar a cabo una Transformación Integral de la empresa.
Una vez identificada esta necesidad de transformarse, debe ahora tener en claro cuál será el objetivo principal de la transformación e identificar cuáles son esas habilidades, capacidades o características propias de la empresa que la hacen y seguirán haciendo diferente del resto. Es importante que una vez teniendo claro lo anterior, se construya una única agenda, conocida también como el Mapa de Ruta de la Transformación, que sea la guía para el Director General.
Algo que hemos aprendido a lo largo de los diferentes acompañamientos es que, si el Director General no tiene esa firme convicción de la necesidad de la transformación o no comprende su propósito, será casi imposible lograr transmitir y convencer al resto de los colaboradores sobre la razón de ser de la transformación.
Fase 2. Alinear
Solo desde la silla de la Dirección General pueden verse claramente las necesidades de la organización y efectivamente él es el responsable de ver y manejar el todo; sin embargo, para poder lograrlo requiere de más personas que lo ayuden en la ejecución de la transformación. Es por ello que en esta fase el principal objetivo es lograr precisamente esa alineación con el grupo de personas que se consideran parte fundamental para el logro de la transformación.
Como hemos mencionado anteriormente, existen dos roles principales que deben trabajar de la mano del Director General: el Arquitecto de Transformación y el Comité Directivo. Este es el primer grupo que debe ser abordado una vez que el Director General tiene la preparación y la convicción para la transformación.
También deberá sumarse al Comité Gerencial de la organización, es decir, los reportes directos del Comité Directivo y algunos otros roles claves de la empresa; ya que son la audiencia que posteriormente ayudará a transmitir el mensaje directo con el resto de la organización.
Lo más importante es que este grupo de personas sienta esa misma pasión y compromiso que el Director General, y que además, sean partícipe en todo momento tanto de las decisiones, como de las acciones que se deban realizar.
Con el Director General y este equipo alineado correctamente al objetivo de su rol y sumado a la transformación, será mucho más fácil llegar a todos los niveles, lograr la convicción y alineación del resto de la empresa, generar un compromiso con la transformación y que todos se muevan al mismo ritmo.

Fase 3. Comunicar
Durante esta fase el Director General deberá trabajar, en conjunto con su Equipo de Transformación y el área de Comunicación, en construir un mensaje intencional, que sea consistente, completo y constante para todos los niveles y audiencias de la organización sobre el estado de la Transformación.
Con este mensaje, el Director General deberá no solo anunciar que la empresa comenzará un proceso de cambio, sino también dar respuesta a las posibles inquietudes que puedan surgir en la organización, como por ejemplo: ¿Qué es la transformación?, ¿Cuál es el objetivo de realizar una transformación?, ¿Cuáles serán los beneficios para la empresa y para todos los que formamos parte de ella?, ¿Qué se espera de cada uno de nosotros?, entre otras que seguramente surgirán.
Esta comunicación debe ser adecuada, certera y efectiva, de tal modo que invite a todos a ser parte de la transformación, a sentirse identificados con la necesidad de transformarse y a que cada uno de los colaboradores la haga suya.
Es en esta fase donde a través de la comunicación consistente y constante, el Director General debe comenzar con la movilización de la organización como un todo hacia un mismo rumbo, donde todos caminen con la misma cadencia y ritmo.
Fase 4. Liderar
Durante esta fase, el Director General debe tomar por completo el liderazgo de coordinar que se ejecute de forma metodológica, estructurada y disciplinada el programa de transformación. Es aquí donde se hacen realidad las fases anteriores, y en conjunto con su Arquitecto de la Transformación, su Comité Directivo y el Comité Gerencial, provoca que todos los factores definidos confluyan para la aceptación y la adopción de los cambios.
El Director General debe lograr la sincronización entre todas las acciones, estrategias y los roles definidos como responsables de su ejecución. Además, de liderar la ejecución adecuada de todos los procesos y desarticular todo aquello que no genere el impacto esperado para la transformación.
Hemos experimentado con nuestros diferentes miembros, que cuando el Director General se convierte en ese líder inspirador para todos los demás, siempre siendo consistente entre lo que dice y hace, los colaboradores se sienten con mucha mayor tranquilidad de que el cambio será lo mejor para organización.
Deliberadamente utilizamos el infinito en el gráfico de la Danza del Chief Executive Officer, porque es una forma de representar que las cuatro fases del ciclo de gestión del Director General no terminan mientras la empresa se encuentra en una Jornada de Transformación.
Este modelo hace referencia a esos pasos marcados para que el Director fluya en la Transformación de la Empresa y juegue su rol de líder, comunicador, y guía de ese movimiento a total compañía.
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